La mayor parte de las Mipymes se dedican a la elaboración y comercialización de alimentos.
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La Tribuna
Si bien Honduras cuenta con un alto potencial para la producción de alimentos, es contrastante que la oferta nacional no da abasto a la demanda, y esto se refleja en la gran cantidad de alimentos que provienen del extranjero.
Datos del Instituto Nacional de Estadísticas reflejan que en 2012 se importaron más de 745 millones de dólares en productos agropecuarios frescos y agroindustriales mostrando la demanda insatisfecha que existe en el mercado nacional, pero que al mismo tiempo, refleja una oportunidad para los empresarios nacionales.
Esto no es de sorprender, pues en cualquier punto de ventas es común encontrar alimentos provenientes de todas partes del mundo.
Existe una gran cantidad de productos frescos que se pierden por falta de mercado o por las pocas agroindustriales que hay en Honduras, lo cual despierta una incógnita: ¿Por qué las empresas hondureñas no pueden satisfacer esta gran demanda de alimentos?, las respuestas son varias.
Sin embargo, una causa está relacionada con la cantidad de obstáculos legales que deben enfrentar las empresas para que su producto cumpla los requerimientos exigidos por los mercados formales.
Desde apicultores que quieren envasar su miel de abejas, hasta mujeres emprendedoras que procesan alimentos, existe un fuerte clamor sobre lo engorroso de este proceso.
Albertina García, una representante de la Mipyme para la región 14 (río Lempa) comentó que “nos cuesta cumplir con un paquete legal tan grande, tan estricto, y con precios tan elevados”.
El sector Mipyme demanda un proceso ágil, de bajo costo y disponibilidad de crédito a bajos intereses para este propósito.
“En Marcala muchas microempresas han sido estafadas por abogados que pidieron cantidades de diez mil y veinte mil lempiras y no hicieron ningún trámite, otros le dan largas al asunto o le echan la culpa a las instancias gubernamentales”, manifestó García.
Si bien esta misma legislación exige algunas normas para los alimentos importados, la gran pregunta que se hacen las Pymes hondureñas es: ¿Cumplen los productos extranjeros los requerimientos legales?, ¿Hay igualdad en el control?, ¿Es libre comercio o libertinaje comercial lo que existe en Honduras?
Con el apoyo de Pymerural y la Unión Europea, la UDEL de la Alcaldía de Danlí ha promovido un mecanismo de apoyo a la legalización, explicó Carlos Suazo, encargado de monitoreo.
“Empezamos con un proceso de capacitación para que los empresarios conozcan el marco regulatorio y la posterior adopción de las buenas prácticas de manufactura en sus salas de procesamiento; luego el desarrollo de una imagen comercial (marca, logos, etiquetas y presentación); y finalmente, se les provee un apoyo económico de hasta el 70% del costo total de legalización. A la fecha se ha apoyado a más de 40 empresas”, comentó Suazo.
Para dar respuesta a las miles de microempresas a nivel nacional, los proyectos y gobierno deberían pensar en la Responsabilidad Social Empresarial de los colegios profesionales, consultorios jurídicos y las universidades, para que den servicios gratuitos a las Pymes.
Otra fuente de esperanza lo constituyen campañas como Hecho en Casa, la cual está influenciando al consumidor a comprar productos hondureños, los que constituyen el verdadero motor que genera riqueza y valor agregado, y sobre todo empleos.
Requisitos para legalizar las empresas Mipyme:
a. Constitución legal del negocio. Varias Pymes se adhieren a la Ley y Reglamento del Sector Social de la Economía para tener ciertas ventajas.
b. Registro Tributario Nacional.
c. Permiso de operación municipal.
d. Licencia sanitaria del local.
e. Registro de marca comercial.
f. Registro sanitario de cada producto.
g. Código de barra para cada tamaño o presentación.
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