El Ihcafé propone diversificar los cultivos y volverlos más rentables para paliar la crisis
Reynaldo Yanes
La Prensa
Ser más eficientes en la producción y diversificarse con cultivos alternos recomiendan las autoridades del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) para enfrentar la caída de precios que el aromático ha sufrido en el mercado internacional.
En momentos en los que al sector le llueve sobre mojado, al combinarse el ataque de plagas como la roya y la broca y la disminución en la caída de los precios internacionales, los productores hondureños de café necesitan encontrar alternativas para sacar adelante el cultivo que sustenta a unas 110 mil familias del país.
“Tenemos que prepararnos para mejorar la eficiencia en las fincas para lograr mayor rendimiento y producción”, sostiene René León Gómez, gerente general del Ihcafé.
El ejecutivo añade que los productores también pueden buscar en la diversidad de cultivos un paliativo para las difucultades a las que ahora se enfrentan. “Es en momentos como estos cuando se vuelve importante tener otras alternativas de producción”, dice Gómez, quien ofrece como ejemplos de cultivos alternos la siembra de cacao, especies menores de café o bien árboles frutales de altura.
Otras medidas complementarias sugeridas por el Ihcafé incluyen el procesamiento del grano, a fin de darle valor agregado, o bien obtener las certificaciones como cafés especiales y de ese modo mejorar los ingresos.
Producir o no producir
Para algunos productores, la situación se ha convertido en un dilema en vista de que para muchos, los precios que obtienen apenas cubren los costos de producción o hasta les genera pérdidas.
“Los productores y sus dirigentes están muy preocupados porque los precios se han caído por debajo de todas las previsiones que se habían hecho; tienen el dilema de decidir si siguen adelante o no con el corte”, comenta Adilson Ávila, productor cafetalero y director del Fondo Cafetero.
Además de los costos normales que suponen el manejo de las fincas y el costo de los insumos, se han sumado los costos adicionales por la pérdidad de cultivos a causa de las enfermedades, entre las que sobresale la roya, y agrega a esta carga el problema de obtener el financiamiento adecuado en las condiciones requeridas para el productor.
Más café pero mal pagado
Pero no solo quienes producen el café se ven afectados. La problemática incluye a quienes se encargan de colocar el café de Honduras en el exterior.
“Se genera menos ingreso de divisas por la caída de precios”, explica Miguel Pon Rivera, gerente general de la Asociación Hondureña de Exportadores de Café (Ahdecafé) .
Pon dice además que “los compradores pueden sentirse algo cómodos porque pueden comprar más café a menor precio”, pero el caso es que una mayor compra no compensa la caída de los precios, por la sencilla razón de que la oferta crece más rápido de lo que lo hace la demanda.
“La oferta crece a un ritmo más acelerado que la demanda. No es que ha dejado de haber demanda, pero va más lenta; los grandes productores se han recuperado y eso impide que los precios repunten”, apunta Pon.
A fin de recuperar siquiera un pequeño margen de rentabilidad, los productores necesitan que los precios regeresen a niveles superiores a los $120 por quintal, algo que no se vislumbra de forma inmediata.
“La perspectiva a corto plazo no son halagadoras”, reconoce Gómez, pero apela al optimismo y recuerda que el sector café ya ha enfrentado situaciones similares en el pasado, lo que “en lugar de destruirnos nos fortaleció”, asegura.
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