La Tribuna
TEGUCIGALPA.- Los altos cobros que realizan a los padres de familia los directores de centros educativos, coludidos con algunos maestros, para que sus hijos puedan graduarse, son exagerados, al grado que muchos tienen que acudir a préstamos o a empeñar sus electrodomésticos.
La crisis económica que agobia a los miles de hondureños es tal que muchas familias han optado por no mandar a sus hijos a los centros escolares.
La educación pública en nuestro país se volvió mercantilista, al grado que muchos maestros viven de pedirle dinero para copias, contribuciones y otros a sus alumnos con el único propósito de agenciarse algunos fondos.
Los padres tienen que ingeniárselas diariamente para que su hijo pueda asistir a la escuela; la compra de uniformes escolares y lo caro de los útiles escolares son verdaderas trabas.
Algunos niños, principalmente de la zona rural, tienen que acostumbrarse a no comer en los horarios de recreos y muchos llegan a recibir el pan del saber sin desayunar.
Angeli Laínez es estudiante de último año de Bachillerato y Computación del Instituto Saúl Zelaya Jiménez de Comayagüela, quien manifestó que ha sido bastante difícil para ella culminar sus estudios de secundaria.
“Aquí en Tegucigalpa vivo con un tío quien me ha ayudado a pagar mis estudios durante todo este tiempo, y gracias a Dios ya estamos terminando y alistándonos para graduarnos”.
“Hemos tenido que pagar mucho dinero, a pesar que estudiamos en un instituto público, y ahora estamos en el Trabajo Educativo Social (TES) que consiste en hacer tres proyectos”.
“Hasta el momento mis padres y mi tío han gastado cerca de 10,000 lempiras por todo lo que nos han pedido en mi colegio como gastos de graduación, la donación de unas mesas al Hospital San Felipe y la reforestación que hemos hecho en las instalaciones del centro educativo”.
Por su parte, Sobeyda Cruz, quien también es estudiante del último año del mismo instituto, expresó que ella vive con sus padres en la colonia La Rosa de Comayagüela, quienes la han apoyado para que pueda graduarse.
Agregó que han gastado bastante dinero y que muchas veces han tenido que empeñar algunos artículos para cumplir con los compromisos y poder recibir el título de diversificado.
“El gasto de dinero ha sido grande y aún nos falta pagar el local donde se llevará a cabo la ceremonia de graduación y también nos están cobrando de la Secretaría de Educación el llenado a mano de los títulos”.
“Como joven pienso que los padres no deben pagar tanto, porque la educación solo es pública en teoría y no en la práctica, y cuando nosotros salimos sigue siendo bastante difícil porque inicia la lucha de conseguir un empleo”.
Este año, menos del cinco por ciento de los centros educativos (647) del país lograron la meta de impartir 200 días de clases desde febrero hasta noviembre de este año.
El restante 95 por ciento (18,353) deberán impartir clases hasta el 21 de diciembre, pues se perdieron un promedio de 23 días clases por los constantes paros y asambleas informativas, informó el ministro Marlon Escoto.
De acuerdo a la base de datos de la Secretaría de Educación, en el país hay unas 19,000 escuelas y colegios en los 18 departamentos, de los cuales solo 647 lograron impartir los 200 días de clases, es decir que no faltaron ni un tan solo día a clases, explicó el ministro.
En los departamentos de Ocotepeque y Santa Bárbara está la mayoría de los centros educativos que cumplieron los 200 días.
El primero contabilizó 220 escuelas y colegios, mientras que el segundo reportó 105.
Le siguieron el departamento de Comayagua (89 centros), Colón (70), El Paraíso (35), Francisco Morazán (35), Lempira (22), Cortés (21), Atlántida (21), Yoro (16) e Islas de la Bahía (13).
Por otro lado, Delcid Lagos, un padre de familia dedicado a la venta de pulseras y cadenas de fantasía, señaló que lo más importante es esforzarse para sacar adelante a sus hijos y que lleguen a ser profesionales.
“A mí me ha tocado bastante duro y enfrentar la vida porque no estudié, debido a que mis padres eran bastante pobres y tuvieron que mandarme a trabajar para poder llevar un poquito de dinero a la casa”.
“Con mis hijos no quiero que pase lo mismo, y yo que vivo con mi familia en El Zamorano, Francisco Morazán, tengo que viajar diariamente a la capital y traigo a mi hijo para que estudie”.
Jesús Godoy es una madre de familia y comentó que ella ha luchado mucho para sacar adelante a sus hijos, pero la educación en Honduras se ha vuelto bastante lucrativa, al grado que muchos padres prefieren ahora mejor enseñarles un oficio.
“Mi hijo se está graduando este año de secundaria en el Instituto Técnico Honduras y he pagado un dineral porque desde inicio de año han pedido para gastos de graduación y otros gastos”.
Consideró que la Secretaría de Educación debería de controlar estos gastos que hacen los padres de familia porque muchas veces se aprovechan debido a que la situación económica está mala.
Paola Alonso, quien es madre de familia de 5 hijos, afirmó que la situación es crítica en el país, y que los directores de escuelas y colegios no deberían cobrar tanto por la educación.
“Yo tengo un nieto que está saliendo de sexto grado y le están pidiendo cerca de mil lempiras, para dejar el aula pintada y otros gastos que a saber dónde irán a parar”. (ML)
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