Muchos programas sociales no están al alcance de un sector de la población.
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TEGUCIGALPA.- Las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Social (SDS) presentaron ayer los sistemas de control y evaluación de los programas de beneficio solidarios que permitirá enfocarlos hacia las personas que más lo necesitan.
Durante el evento, denominado “Desarrollo Social Incluyente, hacia un Marco Integrado de Políticas y Herramientas para la Superación de la Pobreza en Honduras”, se reconoció que muchos de los recursos están mal orientados porque existen sectores de población que no lo necesitan, pero que aún así lo reciben.
Por esa razón hay porciones poblacionales del país que sufren de extrema pobreza, desnutrición y exclusión social debido a que muchos de los programas que maneja el Estado no están a su alcance.
Al evento asistieron representantes del gobierno central, diplomáticos, cooperantes, aliados estratégicos y otras personalidades que señalaron que a pesar de los trabajos que se están haciendo, los niveles pobreza y desnutrición infantil son preocupantes.
Para el caso, el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Miguel Barreto, indicó que en este momento se están repartiendo 250 toneladas de alimentos en la zona sur para unas dos mil familias que se han visto afectadas por la sequía que se vive desde el mes agosto anterior.
Agregó, que los índices oficiales revelan que el 24.7 por ciento de niños están en desnutrición crónica, que son aproximadamente unos 350 mil pequeños, “es algo preocupante porque la desnutrición crónica es la manifestación más dramática de la pobreza”.
En este momento su trabajo lo están focalizando en los 47 municipios del corredor seco, que son considerados como los más pobres de Honduras para que los niveles de inseguridad alimentaria y sobre todo de desnutrición crónica no se incrementen.
Los departamentos más afectados por la desnutrición son Lempira, Santa Bárbara, Ocotepeque, Valle, Choluteca y La Paz, pero no se puede hablar exactamente de la cantidad de la población que carece de alimentos, apuntó.
Barreto dijo que todos los programas de proyección social, como el Bono Diez Mil, son adecuados en la medida que se monitoreen para que lleguen a la población adecuada ya que generan el mercado y mejoran la adquisición de alimentos.
La ministra de la SDS, Hilda Hernández, expresó que para nadie es desconocido que todos los trabajos en los que se había avanzado en el tema de reducción de la pobreza se fueron para atrás por la crisis que vivió el país.
Sin embargo, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los programas de reducción de la pobreza sí han impactado positivamente, pero se necesita hacer un esfuerzo conjunto porque la inversión pasa por identificar a las personas correctas y en los temas que realmente se necesitan incidir.
En ese sentido, se han creado varios programas para identificar y atender a las personas que en verdad lo necesitan, como el Centro Nacional de Información del Sector Social (Ceniss), el Registro Unido de Beneficiarios (RUB), el Registro de la Oferta Institucional (ROI) y el sistema de monitoreo y evaluación de las políticas públicas.
Hernández consideró que la construcción de esta plataforma es el empujón que va a permitir obtener los réditos de toda la inversión social que se ha hecho en el país, “porque para nadie es un secreto que en el país hay pobreza extrema y cordones de miseria que debemos trabajar en ellos”, expresó.
Añadió que “si evaluamos toda las acciones del gobierno a través de bonos, ayudas y apoyos nos damos cuenta que tenemos un porcentaje bastante alto donde la focalización no es correcta, porque siempre se ha hecho de una forma artesanal”.
Ahora con los instrumentos que se están creando las personas que reciben un bono y otra ayuda se podrá ver en el sistema si en verdad la necesita, sostuvo, para ejemplificar que uno de los proyectos que de una manera lenta va incidiendo es el Bono Diez Mil, porque dinamiza las economías locales, pero se necesita darles el debido seguimiento para desarrollar otros proyectos y buscar la sostenibilidad de esta inversión.
Sostuvo que la inversión de este gobierno en materia de desarrollo social supera los dos mil millones de lempiras y ha crecido en más del 40 por ciento con respecto a los que antes se destinaba en programas sociales.
Hernández indicó que para los organismos internacionales estos instrumentos se han vuelto la garantía de que la inversión que hacen está siendo bien utilizada en las personas con más necesidad, pero sobre todo que el manejo es transparente.
En la construcción de este sistema se han invertido 12 millones de dólares, logrando registrar hasta el momento 1.3 millones de hondureños quienes son evaluados de acuerdo a sus necesidades y condición social.
BID: La pobreza alcanza el 60% de la población
El representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ian Walker, indicó que la tasa de la pobreza en Honduras persiste sin reducirse en forma importante, ya que la padece el 60 por ciento de la población y de esta más del 40 por ciento es extrema.
Debido a esta razón, han estado trabajando de la mano con el gobierno de Honduras en programas de proyección social, especialmente el Bono Diez Mil con 50 millones de dólares, pero este año se incrementó a 70 millones.
“Son muy preocupantes para nosotros los niveles de pobreza, a pesar que el país logró bastante crecimiento económico en términos reales durante la época pasada, registrando el 2008 tasas de mejoría, arriba del cinco por ciento”.
UNICEF: Debe garantizarse los programas
La representante de Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Cristian Munduate, expresó que existen una serie de tratados internacionales por medio de los cuales el gobierno de Honduras trabaja en la reducción de la pobreza y programas de desarrollo social.
No obstante, indicó que es importante garantizar que no haya duplicación de esfuerzos entre las secretarías y garantizar la eficiencia de los programas que se están desarrollando orientados a la proyección social.
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