La Tribuna
TEGUCIGALPA.- Inequidad, desigualdad e injusticia social en Honduras es lo que imposibilita un mejor desarrollo para el país y el avance en su economía, refleja en resumen el Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) 2011.
Entre las desigualdades que existen en todos los ámbitos del país, el PNUD destaca que en el acceso y distribución de tierra, acceso a empleo bien remunerado, capital, propiedades e inversiones, acceso a la justicia e ingresos, representan los seis primeros aspectos mayormente descuidados, según los ciudadanos consultados en edades de 25 a 64 años.
Le siguen las desigualdades en el acceso u obtención de cargos de poder político, acceso a educación de calidad, jubilaciones y pensiones, servicios de salud, créditos y participación en asociaciones sociales y comunitarias, entre otros, compilados en un grueso libro entregado al Presidente Porfirio Lobo Sosa, en Consejo de Ministros.
Por eso Honduras es considerada en el ámbito económico como el tercer país más inequitativo en América Latina, después de Haití y de Colombia y, según el reporte, el ciudadano de origen rural es doblemente afectado, una por ser pobre y otra por pertenecer a grupos étnicos que en la actualidad siguen siendo marginados por autoridades gubernamentales.
Otro aspecto negativo que resalta en el informe es que el diez por ciento más rico de la población hondureña percibe ingresos equivalentes al 80 por ciento de las personas que tienen menores ingresos, algo que acrecienta la inequidad y la posiciona como un desafío impostergable.
FALTA ACCIÓN GUBERNAMENTAL
Además, en el ámbito de la salud, 47.1 por ciento de los niños con madres sin educación formal padece desnutrición crónica y entre madres universitarias es de 6.8. Por esto la educación de la madre es importante, pero se carece de recursos para acceder a ella.
En cuanto a créditos, al 40.1 por ciento de los adultos se les negó por cinco años y Honduras está entre los diez países que tienen un sistema tributario regresivo.
El coordinador del Sistema de Naciones Unidas y representante del PNUD, José Manuel Hermida, aclaró que el objetivo del estudio es meramente como aporte para que las autoridades consideren la promoción del desarrollo humano en base a la radiografía presentada.
“Las tres capacidades básicas del desarrollo humano que se miden son: la salud, para que puedan vivir; educación para que lo hagan con conocimientos y, por último, los ingresos, es decir que una familia tenga estos tres factores permitirá que pueda tener capacidades para aumentar su desarrollo personal”, destacó.
En ese sentido, refirió que el propósito de este tipo de informes “es analizar de una manera rigurosa, pero políticamente objetiva, imparcial y neutra, temas de desarrollo humano de prioridad de los países en donde tenemos representaciones. Se busca exponer una fotografía sobre la situación de un tema prioritario de país para los tomadores de decisiones, es decir, ustedes”.
DEBILITAMIENTO DEMOCRÁTICO
Para reducir la inequidad en Honduras, como un desafío impostergable, el PNUD propone fijar atención en los problemas dimensionales como el tema económico, social, justicia y política. El catedrático universitario, escritor, sociólogo y coordinador del INDH 2011-12, Mario Posas, lamentó que aunque existen acciones para mejorar la calidad de vida de los hondureños, no existen personas que quieran hacer esos cambios para beneficio de las mayorías.
El informe muestra que existe una brecha de inequidad de 38.5 puntos porcentuales en cuanto a la cobertura del tercer ciclo de educación básica a favor de las personas ubicadas en los dos quintiles de mayores ingresos, en relación a los dos quintiles de menores ingresos.
En educación media, la brecha es de 35.6 puntos porcentuales y en educación superior, la brecha es de 22.1 puntos porcentuales, detalló Posas. Es inequitativo que muchos jóvenes de 13 a 18 años edad, sobre todo del quintil más bajo de ingreso, tanto en el área rural como en la urbana, tengan que abandonar la educación secundaria por razones principalmente económicas, apuntó el experto.
Entonces, de no hacerse nada para mejorar la situación, las consecuencias serían mayor debilitamiento en la confianza hacia las instituciones democráticas y por ende cohesión social reducida.
“La inequidad social reduce el sentido de pertenencia, la voluntad de cooperar con otros para cumplir un bienestar colectivo y por eso tenemos en la actualidad un evidente debilitamiento de la cohesión social”, criticó, tras referir que siendo el tercer país con medalla de bronce en inequidad, no se puede restar importancia a los hallazgos reflejados.
En ese sentido, el PNUD recomienda al gobierno fomentar y establecer un gran pacto social, mejorar el acceso al empleo, resolver el problema del inequitativo acceso al crédito y suscribir un pacto fiscal para pasar de un sistema tributario regresivo a uno más progresivo, donde los que más tienen paguen más, como también reformar las políticas de otorgamiento de exoneraciones y efectivizar el gasto público.
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