El arte urbano se ha convertido en la mejor forma de expresión contra la violencia que vive Honduras
Revistazo
Desde hace milenios el hombre ha encontrado en el arte una manera de expresar sus pensamientoas, sus sueños, sus ilusiones y todo aquello que le rodeaba. En la prehistoria, ‘los hombres de las cavernas’ encontraron la necesidad de ‘hablar’ a través de las pinturas rupestres; esa es la prueba fehaciente de que el arte nació antes que la escritura o el habla.
El arte se extendió a los muros y las columnas, esgrafiada y pintada. Todas las grandes civilizaciones lo han hecho. También la nuestra. Las calles de Tegucigalpa se han convertido en un inmenso lienzo que los jóvenes artistas locales que están llenado de color una ciudad gris y triste. Así es como los puentes y paredes de la capital se convierten en un museo urbano decorado por quienes, pincel en mano, llenan los muros de pintura. La expresión al poder.
Su objetivo es totalmente cultural. Grupos como MUA, Libre Expresión o CCET han sido los encargados de organizar talleres con los jóvenes para llenar de color el casco histórico, el puente en la hacienda, en la primera y segunda avenida de Comayagüela o el Obelisco. Estos lugares, muy populares entre los capitalinos, han sido sus tapices en blanco. “Queremos ser agentes de cambio para poder decir las cosas que ya todos sabemos pero que nadie se atreve a decir abiertamente”, afirma a Revistazo una de las artistas urbanas. “Queremos que cause reflexión en la sociedad y, lo más importante, es poder reutilizar lugares abandonados o que paredes que han sido rayadas”, sentencia. Creatividad al servicio de las ideas.
“Queremos romper el elitismo del arte. Normalmente la pintura es comprada, colgada en paredes de las casas y sólo vista por quienes las visitan. El arte de calle es para el pueblo, es para que todos podamos apreciarlo”, sentencia otro de ellos. Lo privado se hace público.
Pero la violencia que salpica Honduras también ha fijado su punto de mira en estos jóvenes artistas. Maeztro confesó a Revistazo que mientras pintaba una pared, un carro se detuvo y le disparó hasta en tres ocasiones. “Yo no sabía si me estaban disparando a mí hasta que un guardia del Centro Comercial Las Cascadas se acercó para preguntarme si me encontraba bien”, afirma. Poco después un joven del barrio se acercó a él y le ayudó a pintar. “Me dijo que siempre le había gustado pintar y estuvo conmigo hasta la hora del almuerzo. Se marchó a su casa y regresó a los cinco minutos con frijoles y un bulto de tortillas”, sonríe el artista recordando la escena. “Esto contrarrestó el susto de la mañana y me acercó más al objetivo del proyecto, ayudar a jóvenes en riesgo de exclusión social”. “Si las personas se suman a estos proyectos quizás no cambiaremos la realidad pero será mas agradable caminar por la calle y no ir con la zozobra y la paranoia en que vivimos”, sentencia Maeztro.
Revistazo también pudo conversar con un grupo muy diferente al graffiti pero con un poder de expresión increíble. Su fundador es Denis Berrios, quién creó una asociación cultural sin ánimo de lucro con carácter educativo e integrada por jóvenes y artistas voluntarios, comprometidos con el desarrollo social y cultural de los barrios y colonias de todo el país a través de proyectos artísticos empleando, únicamente, materiales reciclados.
Este proyecto nació hace siete años tras acudir al Festival de Arte en Cuba. Berrios decide quedarse unas semanas más en La Habana. “Allí conozco a la comunidad Pasillo de Hamlet quienes hacen arte con productos reciclados. En el viaje de vuelta fui escribiendo todas las ideas que se me ocurrían para realizar el mismo proyecto en Honduras”, afirma este artista quién dejó olvidados todos sus cuadros en el autobús de vuelta. “Ese fue el precio a pagar por esta gran idea”, comenta mientras sonríe recordando su aventura.
Cuando llegó a su colonia proseguía con una sola idea en la mente, plasmar todo lo que había aprendido en Cuba. “Quería convertir mi barrio en un lugar atractivo y turístico. Fomentar el sentimiento de apropiación y la conciencia sobre la cultura y el arte”, afirma el artista mostrando a Revistazo alguna de sus obras. Inició su proyecto en la colonia Flor Occidental #1, su barrio. “También comencé a decorar las colonias aledañas como Villa Unión y Campo Cielo. En todo este tiempo he podido comprobar que los vecinos se sienten parte de la obra”. Muchos de esos vecinos que velan por las obras de Berrios han ayudado a su construcción. “Con sus propias manos”, afirma el orgulloso artista.
Pero la capital también es parte de movimientos internacionales como Acción Poética. Este grupo nace en México gracias a un poeta que, para fomentar la lectura, escribe en paredes literatura corta que puede ser leída mientras el transeúnte va caminando por la calle. Este movimiento se extiende por toda Latinoamérica y en Honduras es posible encontrar Acción Poética El Progreso, San Pedro Sula, La Ceiba. Revistazo se reunió con los chicos de Acción Poética Tegucigalpa .
“Nosotros acabamos de iniciar nuestras actividades. Por el momento sólo tenemos alredor de siete murales hechos. No somos grafiteros y la mayoría de nosotros no sabíamos de pintura”, afirma uno de los integrantes de APT. Dos ingenieros químicos, dos estudiantes de psicología y dos estudiantes de industriales son los componentes de este movimiento urbano. “Nacimos de repente. Con la necesidad de dar a conocer la literatura. Somos un grupo que ya tiene una idea preconcebida inculcada por el fundador lo único que nosotros hacemos de diferente es ponerle nuestra propia marca”, comentan a Revistazo.
“Un movimiento que nos ha marcado es el Acción Poética de Argentina, ellos han logrado desplazar su arte a escuelas y colegios haciendo una mayor vinculación literaria”, señalan. Con este objetivo APT ha llegado a diferentes alianzas con organismo de poder para crear una relación más social y cercana con el pueblo, el objetivo es poder darle más realce a las otras acciones poéticas de Honduras.
“Nosotros pintamos en pro de la cultura, la poesía y la literatura. Promoviendo como visión la reducción de la violencia por medio de la educación y la finalidad de que los jóvenes tengan una actividad en la cual distraerse y poder educarse”, argumentaban estos jóvenes artistas. Acción Poética Tegucigalpa se ha unido, recientemente, con el colectivo Atlantis para poder promover la cultura y la paz por medio del arte y la investigación. “Buscamos algo en lo cual poder canalizar la violencia”, señalan.
“Uno de nuestros próximos proyectos es poder hacer el mural de Roberto Sosa y tendremos el enlace con diferentes artistas y si quisiéramos hacer el llamado a las personas para que se interesen por la lectura, la poesía y la cultura ya que esto ayuda el crecimiento personal y educativo y que esparzan la Acción Poética”, finalizan.
No comments:
Post a Comment