La Tribuna
TEGUCIGALPA - Las casas rodantes, comunes en ciudades y poblados de Estados Unidos, surgen como alternativa innovadora para enfrentar el déficit habitacional hondureño estimado en más de un millón de viviendas a nivel nacional.
Ese tipo de residencias móviles inició aproximadamente hace 75 años en la Unión Americana, cuando se empezaron a vender remolques que se adaptaban a grandes camionetas.
Rápidamente se expandió una infraestructura que permitió viajar miles de kilómetros en plan de entretenimiento y sirvió de hogares temporales a poblaciones flotantes que viajaban en busca de trabajo.
Actualmente miles de estadounidense viven en parques de casas móviles, donde se ofrece a los propietarios de estos muebles acceso a agua, alcantarillado y electricidad, ya sea en forma temporal o permanente.
Este tipo de viviendas móviles están perfectamente equipadas para cumplir con las necesidades básicas de un hogar de cuatro personas y con la capacidad de autoabastecerse de agua potable, aguas negras, calefacción, aire acondicionado, cocina y electricidad.
Los hondureños que trabajan en los Estados Unidos y que envían remesas tienen capacidad para adquirir ese tipo de casas móviles y mandarlas a sus familiares, porque los costos son accesibles para ellos.
Esa forma de vida iniciada en el país del norte se ha extendido a Europa y en América Latina, países como Chile y Argentina adoptaron medios de transporte como parte de paquetes turísticos que se ofrecen a locales y extranjeros.
Diputados proyectistas del Congreso Nacional (CN) son del criterio que las casas móviles pueden enfrentar la realidad nacional donde la mayoría de hondureños carecen de vivienda y acceso a fuentes de financiamiento.
El gobierno en su papel para brindar soluciones a las necesidades sociales de la población se ha visto por años imposibilitado en desarrollar proyectos habitacionales que estén al alcance de la gran mayoría de la población.
Según estadísticas proporcionadas en la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), el déficit habitacional en Honduras supera el millón de viviendas y para solucionar esta problemática se requiere invertir por lo menos 100,000 millones de lempiras.
El problema mayor para continuar con la construcción de viviendas es la falta de fondos a largo plazo.
Ante la crisis económica, los proyectos de viviendas disminuyeron en 2012 cuando apenas se construyó un promedio de 10,000 viviendas, un 50 por ciento menos que lo edificado en 2011.
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