Déficit, deuda y devaluación, las tres D de las finanzas públicas

La Prensa

San Pedro Sula - Desde cierto punto de vista, Honduras tiene una economía en 3D,  que  tiene menos que ver con el formato cinemátográfico que con tres aspectos vitales que la vida económica del país deberá enfrentar en 2013: déficit, deuda y devaluación.

Aunque cada uno de ellos individualmente representa un problema de difícil solución,  en conjunto alcanzan la proporción de emergencia económica. A pesar de las advertencias y los esfuerzos por controlar el nivel de gasto, el país no ha podido reducir el desfase entre los egresos de la administración pública y los ingresos que recibe por la vía de la tributación y las donaciones.

Por el lado de la deuda, luego de que el componente interno llegase a los 60 mil millones de lempiras en los tres años de la administración Lobo, y al encontrar un sistema financiero interno cada vez más reacio a adquirir sus instrumentos financieros, las autoridades han decidico buscar estos recursos en el exterior mediante la emisión de bonos soberanos, por lo que el nivel general de endeudamiento se incrementará hasta en 750 millones de dólares (unos 15 mil millones de lempiras al cambio actual).

En el caso de la devaluación,  el cálculo oficial del Banco Central de Honduras (BCH), sostiene que el retroceso de la moneda nacional frente a la divida norteamericana se ubica en 4.8%, similar a la cifra estimada por varios economistas (5%), por lo que de continuar la devaluación a ese ritmo, el precio del dólar se cotizará en 21 lempiras para fines de este año.

Análisis y recomendaciones

Algunos econmistas no se limitan únicamente a analizar los problemas financieros del país, sino que también proponen soluciones.

Para el caso, el economista Raúl Reina, miembro del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), señala que uno de los mayores pesos que cargan las finanzas públicas se relacionan con las empresas estatales (Enee, Hondutel y ENP, etcétera), en donde cada una lleva su propio rosario de problemas, pero que combinadas representan, según el diputado Francisco Rivera, presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso, unos ocho mil millones de lempiras anuales.

Otro aspecto lo señala Reina al indicar que en dichas instituciones existe un “exceso de personal”, por lo que en tan difícil escenario y ante la dificultad de realizar despidos masivos, el economista propone “mantener el mismo monto de salarios del 2012, estableciéndose que dicho monto no experimentará ningún incremento y no se abrirán nuevas plazas”, lo que en teoría ayudaría a reducir el déficit.

En cuanto a la deuda, el economista recomienda la sustitución de deuda, convirtiendo la deuda interna en externa, a mejores tasas de interés y plazos más largos. De ese modo, el nivel de endeudamiento se mantendría más o menos estable, destinando los recursos que se contraten a proyectos de inversión productiva que contribuya a la “formación bruta de capital fijo”.

En lo que se refiere a la devaluación, para Reina es claro que la medida no cumplió con sus dos principales objetivos, a saber, aumentar la competitividad del país y proteger las reservas internacionales. “Según un reporte del Banco Central, a diciembre de 2012, la maquila exportó 985 millones de dólares, monto que resulta ser 33.6 millones de dólares menor que en 2011; el mismo reporte del BCH indica que el país cerró el año 2012 con 2,534 millones de dólares, cantidad inferior en 277 millones de dólares a lo obtenido en 2011”, observó el economista.

Como alternativa, Reina propone retornar al anterior sistema de tipo de cambio fijo, dejándolo anclado en su valor actual (de poco más de 20 lempiras por dólar). Sobre la cuestión de déficit,  Julio Raudales, ministro de Planificación, dijo que se planean ajustes presupuestarios para impedir que este aumente.

Refirió que en el caso de las empresas estatales, se hallan a la espera de los respectivos planes de rescate antes de asignarles recursos,  y en lo referente a la cuestión de exceso de personal, comentó que “en el Gobierno debe trabajar con la gente idónea y el número exacto, que es lo que buscamos al momento de racionalizar el gasto salarial”.
Mientras tanto, la estabilidad macroeconómica se mantiene en precario equilibrio.