Tuesday, December 4, 2012

Inicia el estira y encoge por la revisión al salario mínimo

Trabajadores argumentan que nivel de inflación es superior al que indican las cifras oficiales.
Reynaldo Yanes
La Prensa
San Pedro Sula - El sector obrero ya inició la presión sobre los sectores privado y gubernamental para realizar una nueva revisión del salario mínimo.
 Dirigentes de la clase trabajadora presentaron argumentos en favor de los méritos de dicha revisión sobre la base del incremento de los precios de los alimentos de consumo básico.
En medio de la petición, los empresarios salieron al paso para defender los beneficios que ha generado el acuerdo salarial, lo que ha blindado algunas de las inversiones que llegan al país.
En febrero de este año se logró un acuerdo salarial para los próximos tres años, el que contiene una cláusula que obliga a revisarlo siempre que la inflación supere el 8%. Las cifras oficiales indican que este índice ronda el 6%, aunque hay sectores que dicen que ese es un número maquillado.
El salario mínimo actual está estratificado por sectores y oscila entre 4,617 y 7,144 lempiras.
Como efecto del acuerdo se sentaron reglas claras, lo que provocó que las inversiones se estabilizaran en áreas como la maquila, frenando el éxodo de producción que se produjo el año anterior.
Santiago Ruiz, quien firmó el acuerdo salarial en su condición de presidente del Cohep (Consejo Hondureño de la Empresa Privada), comentó que el sector privado “está en toda la disposición de respetar el acuerdo, que fue firmado con la mayor buena fe, pensando en los intereses del país, dándole al inversionista y al obrero dos años de una seguridad de saber a qué atenerse y que no quedase en manos del Gobierno cuando no se llega a un acuerdo y nadie queda satisfecho”.El empresario Jimmy Dacaret explicó que existe en el país una enorme cantidad de personas sin acceso al trabajo ni a disfrutar de las prestaciones sociales, así como aquellos que, aunque tienen trabajo, no reciben siquiera el salario mínimo. “Creo que si seguimos haciendo hincapié solamente en el valor del salario mínimo, vamos a ayudarle al Gobierno a que crezca la extrema pobreza en Honduras”, externó.
Dacaret refirió que el incremento de los costos de producción en el sector privado inhibe la capacidad de las empresas de hacer frente a los ajuste salariales como los que demanda el sector obrero. Adicionalmente, señaló que esas alzas se han tenido que absorber ante la dificultad de trasladarlas al consumidor.
Daniel  Durón, secretario general de la CTH (Confederación de Trabajadores de Honduras), dijo que han hecho estudios “que para algunos tecnócratas son empíricos, pero son reales. Uno va a un mayoreo o a un mercado de Tegucigalpa o San Pedro Sula y lo que compra con 500 lempiras, a la semana siguiente tiene que llevar 650 a 700 lempiras, y lo que hemos hecho es tomar un cálculo de 6,200 lempiras o 5,800, que es el salario mínimo promedio, y ver qué se puede comprar con esa cantidad de dinero, pero solo para comprar los alimentos, resulta un déficit del 25%”.
“La situación de inflación ha hecho estragos y ha pulverizado el salario mínimo en su conjunto”, añadió.
Durón reconoció que el Gobierno ha hecho algunos esfuerzos por mantener la estabilidad de precios, principalmente mediante la oferta de Banasupro (Suplidora Nacional de Productos Básicos), pero señaló que estos son insuficientes. “Esa institución todavía no está capitalizada, no tiene presencia nacional para poder atenuar la especulación y el agiotaje de que son objeto la mayor parte de los hondureños”, mencionó.
Desde el punto de vista de la dirigencia obrera, las cifras que ofrece el BCH (Banco Central de Honduras) se basan en un abanico de más de 200 productos, que incluye artículos considerados suntuarios, pero  si el porcentaje de inflación se calcula en base a una canasta de entre 20 y 30  productos, el resultado será un incremento del nivel de inflación superior al oficial.
De cualquier manera, según José Luis Baquedano, dirigente de la CUTH (Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras), tomando como válidas las cifras del BCH, el porcentaje de aumento al que los trabajadores tendrían derecho sería de un 7%, lo que representa un incremento de unos 300 lempiras al salario básico. “Hoy más que nunca requerimos que los empresarios cumplan con el acuerdo que firmaron las partes y que le paguen a los trabajadores conforme a lo establecido en la ley”, puntualizó.

Labour group issues report on free-trade zones

The Institute for Global Labour and Human Rights takes a sharply critical look at working conditions in Honduras' free-trade zones in reports available in English and Español.

Monday, December 3, 2012

A country without care jumps at the chance to see the doctor

The doctor is in, for a day, at the local children's home
Jody Paterson
I’ve known for a while now that accessing medical care was a challenge for the majority of Hondurans who have to rely on the public system. But it wasn’t until I put in a couple of days as an ad-hoc translator for a U.S. doctor in the villages this week that I fully understood that medical care is as good as non-existent for a whole lot of people.
The doctor was part of a faith-based group out of Illinois and Tennessee who were here to build fuel-efficient stoves in three villages around Copan. She hadn’t planned on seeing patients, but word got out fast that there was a doctor among the group and she graciously agreed to see a few people.
And they jumped at the chance. On Monday and Tuesday we were in Guarumal, Cabanas, a village of 15 families, and at least nine of those families were in the lineup within 10 minutes of the doctor pulling up a chair on the patio outside a resident’s house. I suspect the other six families would have been there, too, if they’d heard the news that an impromptu clinic was on.
They arrived with all the problems that any family bumps into in the course of a life: fevered little children sick with a seasonal virus; bad coughs; yeast infections; stomach pain; acid reflux; foot fungus; bad teeth; lumps and bumps and itchy rashes that they’d had for years in some cases.
But unlike a typical North American family, these ones rarely got care for their illnesses and injuries. Even if they were able to find the $5 fee to see the doctor at the public clinic, the nearest clinic was a long, hard 10 or 15 miles away and many of them didn’t have transport. Nor did they have money for any necessary lab tests to confirm what ailed them, or for medications. Not that they could count on the scarce public health clinics in this area to even be open when they showed up, or have the medications they needed.
The pharmacies in Honduras are loaded with all the modern medications, and virtually all are available without a prescription. But until a doctor gives you a diagnosis and the name of a drug that might help, none of that means a thing. I wouldn’t like to think how many people end up using the wrong medication for an ailment, simply because they don’t know which one to ask for.
So while the people in Guarumal were grateful that the visiting doctor sometimes pulled a free bottle of painkillers or antibiotics out of her magic bag, they were equally appreciative just to have her write down the name of the medication they needed.  Money is one hurdle, but knowing what drug to buy is an additional barrier.
The good doctor let me lure her to the Angelitos Felices foster home as well, where 25 or so kids pass their days in unsanitary, damp conditions in which they share towels, clothes, bedding, shoes and therefore all the diseases and infections that spread that way. I’d cautioned her that the kids might be shy about being examined, but in fact most of them really seemed to like the personal attention, not to mention the chance to get a band-aid (or two or three) on their many cuts and scrapes.
I came home with a list of suggested medications for all the kids with ailments, with an asterisk by the ones who need treatment most urgently. That included a two-year-old and a four-year-old who both have severe staph infections on their scalps, a nine-year-old suffering from a monstrous tooth ache from the worst of his many cavities, and a 14-year-old with a urinary tract infection. (Wish I could have done something for the asthmatic little boy we met in Guarumal, who was so obviously struggling for every breath.)
The doctor says just about every child in Angelitos has a chronic fungal infection on their feet, and some have it on their faces and scalps. So I bought a big tube of anti-fungal cream at the pharmacy this morning and am going back for two more when the next shipment arrives from San Pedro next week. Clearing the fungus out of that place sounds like an impossible task, but even a month or two without cracked, achy feet should be a relief for those kids.
Spare a thought for them next time you’re grumbling about the wait at the walk-in clinic or the lineup at the pharmacy. The people here would be ecstatic if that was as big as the problems got. 

'La epidemia de violencia': El mes in imágenes

Analizamos la 'epidemia de violencia' en Honduras en un vídeo de Médicos Sin Fronteras.


Modelo de educación en Honduras es obsoleto

En el sistema tradicional el alumno solo copia y memoriza y eso no es educación, subraya, Erin Murphy Graham, investigadora en el tema enseñanza de la Universidad de California.
Mario Cerna
El Heraldo
TEGUCIGALPA, La doctora Erin Murphy Graham, investigadora en el tema enseñanza de la Universidad de California, Berkeley, deja un mensaje claro para toda la sociedad: el modelo educativo de Honduras está obsoleto.
La doctora presentó la semana pasada el estudio “Impacto de las escuelas secundarias alternativas en adolescentes rurales”. En la elaboración de este documento participó además Soheil Dooki, director ejecutivo de la Asociación Bayán, organización coejecutora del programa junto a la Secretaría de Educación del Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT). EL HERALDO analizó la realidad del sistema educativo nacional con la doctora Murphy Graham y esto fue lo dijo:
Háblenos un poco del estudio que hicieron.
Hemos hecho un estudio longitudinal de tres años comparando los centros de educación básica con el Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT), estuvimos en más de cien comunidades (rurales) comparando resultados. Confirmamos que los estudiantes de SAT obtienen mejores resultados en pruebas de matemáticas y español.
Entre sus resultados revelan que en el área rural ocho de cada diez estudiantes no termina la secundaria.
Es lamentable y preocupante. Hemos visto que aun cuando hay oferta de educación secundaria muchos estudiantes no se matriculan; hay que buscar estrategias para incentivar a estos jóvenes para que sigan estudiando, porque la educación es la luz en el camino, es el motor del desarrollo social y económico.
¿Es la educación la verdadera panacea para los problemas que enfrentan las zonas rurales del país?
No podemos tener expectativas tan altas, de la mano de la educación se debe trabajar en salud, generar fuentes de trabajo, se necesita un mayor compromiso.
¿Qué calificativo le daría a la infraestructura educativa de las regiones que ustedes visitaron?
Muy mala. Les hace falta agua y otros servicios básicos como luz y muchas veces cuando está lloviendo no pueden dar clases.
¿Cuál es el problema que presenta el sistema educativo tradicional a través de los CEB?
Algunos de los estudiantes nos dijeron que el aprendizaje tutorial es fácil, pero lo que pasa es que ellos realmente entendían lo que estaban estudiando, algo que no pasa en los CEB, donde el maestro prácticamente se dedica a dictar las lecciones y los estudiantes solo copian el contenido y eso no les da la oportunidad de entender los contenidos y eso se da (dictar y copiar) porque no tienen textos ni materiales, lo que sí posee el aprendizaje tutorial.
¿O sea que no se aprende a racionalizar?
Así es, no se aprende a aprender, no se aprende a entender ni a analizar, solo memorizan... y además lo que copian son de textos viejos, fuera de la realidad, y a los adolescentes se les complica el entendimiento del significado de los textos.
¿Tiene alguna falla el maestro?
No, es muy difícil culpar a alguien... toda la sociedad es responsable.
¿Qué se debe cambiar?
Hay que cambiar el discurso y la idea de lo que es educación, creemos que la educación significa un aula, un docente que da clases y que hay copiar en el cuaderno y que hay que cambiar de materia cada 40 minutos, eso no es educación, esa es una mentalidad que no nos sirve, tenemos que borrarla y sentarnos de nuevo y buscar un nuevo modelo de cómo queremos educar.
¿Cómo buscar este nuevo modelo?
No es tan difícil, hay que brindar oportunidades para fomentar un modelo diferente. Una vez que vemos que la educación no es como nosotros pensábamos, poco a poco se puede cambiar esa mentalidad.
¿Conoce usted la nueva Ley Fundamental de Educación? ¿Esta ley va orientada a cambiar ese viejo modelo de educación?
Es interesante, da una oportunidad. Por ejemplo, la educación básica se amplió hasta noveno grado, ya que seis años no es suficiente. Entonces allí tenemos una oportunidad. La pregunta que queda es ¿en qué va a consistir la educación que impulsa esa ley? La verdad es que ya estamos en otro milenio, en otra época, una globalizada, y la educación no se ha cambiado suficientemente rápido para resolver y enfrentar los problemas sociales que vemos hoy día y esto no es solamente de Honduras, sino de todo el mundo, donde tenemos un modelo de educación que no nos sirve.
De uno a diez, ¿qué calificación tiene el sistema educativo nacional?
Los estudios revelan que a nivel mundial Honduras se ubica en el listado de países como en el 25 (de la cola), entonces yo tendría que darle un 2.5 puntos.

Saturday, December 1, 2012

Altos cobros de graduación asfixia a padres de familia

La Tribuna
TEGUCIGALPA.- Los altos cobros que realizan a los padres de familia los directores de centros educativos, coludidos con algunos maestros, para que sus hijos puedan graduarse, son exagerados, al grado que muchos tienen que acudir a préstamos o a empeñar sus electrodomésticos.
La crisis económica que agobia a los miles de hondureños es tal que muchas familias han optado por no mandar a sus hijos a los centros escolares.
La educación pública en nuestro país se volvió mercantilista, al grado que muchos maestros viven de pedirle dinero para copias, contribuciones y otros a sus alumnos con el único propósito de agenciarse algunos fondos.
Los padres tienen que ingeniárselas diariamente para que su hijo pueda asistir a la escuela; la compra de uniformes escolares y lo caro de los útiles escolares son verdaderas trabas.
Algunos niños, principalmente de la zona rural, tienen que acostumbrarse a no comer en los horarios de recreos y muchos llegan a recibir el pan del saber sin desayunar.
Angeli Laínez es estudiante de último año de Bachillerato y Computación del Instituto Saúl Zelaya Jiménez de Comayagüela, quien manifestó que ha sido bastante difícil para ella culminar sus estudios de secundaria.
“Aquí en Tegucigalpa vivo con un tío quien me ha ayudado a pagar mis estudios durante todo este tiempo, y gracias a Dios ya estamos terminando y alistándonos para graduarnos”.
“Hemos tenido que pagar mucho dinero, a pesar que estudiamos en un instituto público, y ahora estamos en el Trabajo Educativo Social (TES) que consiste en hacer tres proyectos”.
“Hasta el momento mis padres y mi tío han gastado cerca de 10,000 lempiras por todo lo que nos han pedido en mi colegio como gastos de graduación, la donación de unas mesas al Hospital San Felipe y la reforestación que hemos hecho en las instalaciones del centro educativo”.
Por su parte, Sobeyda Cruz, quien también es estudiante del último año del mismo instituto, expresó que ella vive con sus padres en la colonia La Rosa de Comayagüela, quienes la han apoyado para que pueda graduarse.
Agregó que han gastado bastante dinero y que muchas veces han tenido que empeñar algunos artículos para cumplir con los compromisos y poder recibir el título de diversificado.
“El gasto de dinero ha sido grande y aún nos falta pagar el local donde se llevará a cabo la ceremonia de graduación y también nos están cobrando de la Secretaría de Educación el llenado a mano de los títulos”.
“Como joven pienso que los padres no deben pagar tanto, porque la educación solo es pública en teoría y no en la práctica, y cuando nosotros salimos sigue siendo bastante difícil porque inicia la lucha de conseguir un empleo”.
Este año, menos del cinco por ciento de los centros educativos (647) del país lograron la meta de impartir 200 días de clases desde febrero hasta noviembre de este año.
El restante 95 por ciento (18,353) deberán impartir clases hasta el 21 de diciembre, pues se perdieron un promedio de 23 días clases por los constantes paros y asambleas informativas, informó el ministro Marlon Escoto.
De acuerdo a la base de datos de la Secretaría de Educación, en el país hay unas 19,000 escuelas y colegios en los 18 departamentos, de los cuales solo 647 lograron impartir los 200 días de clases, es decir que no faltaron ni un tan solo día a clases, explicó el ministro.
En los departamentos de Ocotepeque y Santa Bárbara está la mayoría de los centros educativos que cumplieron los 200 días.
El primero contabilizó 220 escuelas y colegios, mientras que el segundo reportó 105.
Le siguieron el departamento de Comayagua (89 centros), Colón (70), El Paraíso (35), Francisco Morazán (35), Lempira (22), Cortés (21), Atlántida (21), Yoro (16) e Islas de la Bahía (13).
Por otro lado, Delcid Lagos, un padre de familia dedicado a la venta de pulseras y cadenas de fantasía, señaló que lo más importante es esforzarse para sacar adelante a sus hijos y que lleguen a ser profesionales.
“A mí me ha tocado bastante duro y enfrentar la vida porque no estudié, debido a que mis padres eran bastante pobres y tuvieron que mandarme a trabajar para poder llevar un poquito de dinero a la casa”.
“Con mis hijos no quiero que pase lo mismo, y yo que vivo con mi familia en El Zamorano, Francisco Morazán, tengo que viajar diariamente a la capital y traigo a mi hijo para que estudie”.
Jesús Godoy es una madre de familia y comentó que ella ha luchado mucho para sacar adelante a sus hijos, pero la educación en Honduras se ha vuelto bastante lucrativa, al grado que muchos padres prefieren ahora mejor enseñarles un oficio.
“Mi hijo se está graduando este año de secundaria en el Instituto Técnico Honduras y he pagado un dineral porque desde inicio de año han pedido para gastos de graduación y otros gastos”.
Consideró que la Secretaría de Educación debería de controlar estos gastos que hacen los padres de familia porque muchas veces se aprovechan debido a que la situación económica está mala.
Paola Alonso, quien es madre de familia de 5 hijos, afirmó que la situación es crítica en el país, y que los directores de escuelas y colegios no deberían cobrar tanto por la educación.
“Yo tengo un nieto que está saliendo de sexto grado y le están pidiendo cerca de mil lempiras, para dejar el aula pintada y otros gastos que a saber dónde irán a parar”. (ML)

Femicide in Honduras: "This machista society breeds a growing and tangible hatred towards women"

In Honduras, one woman is killed every 18 hours and the perpetrators go largely unpunished. Local campaigns groups have been working with Oxfam's 'Raising Her Voice' to call for justice for women in Honduras and across the world.
Posted by Francisco Pavon Media and Communications Officer, Maritza Gallardo Programme Manager, Active Citizenship and Gender Justice, Oxfam

One woman is killed every 18 hours, 245 women were murdered in the first six months of this year and more than 3,000 mothers, daughters and sisters have been violently killed in the last decade. 
This is the crushing news from Honduras as we approach the UN International Day for the Elimination of Violence against Women.
Violence against women has been a long term issue in Honduras but its escalation - in numbers and brutality - since the coup d'état in 2009 also points to a worrying pattern of normalisation and impunity.
The total number of murders for the country is down by 6% on last year, the rate of femicides is up by 30%. Young women are the hardest hit; especially those migrating to meet the demand for cheap labour in the capital, Tegucigalpa, and the urban commercial centres of the Northern coastal regions. 
Strikingly, less than 5% of these deaths are related to domestic violence; hence the use of the word femicide to describe what is happening in Honduras. In these instances, women are usually shot, often in public spaces, or discovered on waste land. Although exacerbated by gun law (over 21s can possess a firearm) human rights activists and academics blame the institutionalised and extreme gender discrimination in Honduran society, government ministries, the judiciary and law enforcement authorities. 
"How can they understand femicide if their minds haven't been opened to the realities facing women in Honduras today, and if they are part and parcel of a culture of gender discrimination?" Gladys Lanza of Women's Tribunal Against Femicide
Fewer than 1 in 5 cases of femicide are investigated. In practice, this impunity sends the message that violence against women is acceptable and will go unpunished. One crucial finding of research by Oxfam International and the Women's Tribunal Against Femicide (WTAF) is that the institutionalised culture of impunity is proving to be a breeding ground for further violence against women.
Since the 2009 coup, the public credibility and legitimacy of these same security and judicial national institutions has plummeted.  
"The government of Honduras says one thing and does another, although it talks about its concern for the levels of violence in the country in general, it doesn't even mention violence against women. When it comes to action, it does nothing."   Gladys Lanza, Women's Tribunal Against Femicide.
Gladys is not alone in sharing her belief that the time for new laws is over, it is time for action. The statistics are powerful, but Gladys reminds us that behind the numbers are real women, whose lives have been violently cut short by the most extreme form of gender-based violence - femicide. 
Last week more than 200 women demonstrated on the streets of the capital, Tegucigalpa, calling for the Minister of Justice to take action on the growing tide of femicides and violence against women (VAW). 
"We call for respect for women. In the courts there are around 20,000 cases of violent crime against women, only 20% of which have been heard. Every day between 400 and 500 new complaints are filed but nothing happens, and the violence continues."
Maria Reyes, leader of the Tegucigalpa women's group.  
Maria and thousands more women around the country are coming together under the banner of the National Campaign Against Femicide (NCAF). Their objective is to call to account those individuals and institutions that perpetuate a culture of VAW.  
NCAF sits within, and is supported by, Oxfam national programme 'Raising her Voice'. Raising her Voice's partner organisations nationally monitor the levels of VAW. Partner organizations such as el Movimiento de Mujeres por la Paz "Visitación Padilla" have presented these hard facts to decision-makers and the national association of NGOs (ASONOG). 
They have also held high profile mock tribunals as a means to publicly highlight the way that VAW cases are handled by the judiciary. At the grassroots, Raising Her Voice and other WATF members are working to change attitudes at the local level. They do this through popular dramatization and training journalists on gender sensitivity when reporting on femicide and VAW. 
The NCAF is reaching out to allies at home and abroad to end the femicide in Honduras. They join Oxfam GB's partners in the national 'Raising Her Voice' programme and the national NGO network, (ASONOG) to demand justice for women in Honduras and across the world.  The 16 Days of Action, starting on 25th November, will give Gladys and Maria and other Honduran women a much needed international platform to speak out on the situation facing women in Honduras. 
It is time for solidarity and time for action. Join with the women of Honduras during the 16 Days of Action here: www.contralosfemicidios.hn