Abogados, policías, ingenieros, médicos, son acusados por violencia doméstica.
Lisseth García
La Prensa
San Pedro Sula - “Mi compañero de hogar empezó a decirme que si quería más dinero que me fuera a trabajar y que siempre tendría que estar en la casa , lavarle y darle de comer para poder darme dinero. Antes me humillaba, me golpeaba y me dice que no valgo nada para él, que hay mejores mujeres que yo, que tengo más maridos... ya ante esta situación quiero irme de la casa y que este hombre me deje en paz con mis hijos....”
Es parte del testimonio de una mujer sampedrana víctima de violencia doméstica. Las historias son similares y muchas quedan plasmadas en el papel porque las afectadas no le dan segumiento; otras se atreven y llegan hasta las últimas consencuencias.
La jueza de Ejecución, Ada René Castellanos, dice que de acuerdo con un análisis, hay ocho factores por las que las denuncias no llegan a su fin: no les citaron al denunciado para comparecer a la audiencia, la mujer se reconcilió con el denunciado, no les dieron permiso en el trabajo para asistir a la audiencia o estaban enfermas. También usan como justificación que tenían sus hijos enfermos, se cansaron de hacer los trámites, no quieren seguir con la denuncia o no tienen dinero para pagar en pasajes.
La jueza dice que el año anterior 272 personas fueron sancionadas en San Pedro Sula y están cumpliendo un poco más que en los años anteriores. “Se han dado cuenta que al no cumplir con las órdenes judiciales pueden tener problemas por los antecedentes hasta para conseguir un trabajo porque una segunda denuncia pasa al Juzgado de lo Penal por violencia intrafamiliar”.
Al juzgado llegan todas las denuncias y se investiga el abandono de las mismas, pero no se puede ocultar que hay desconocimiento del proceso. “En los primeros dias del año hay ya 50 denuncias abandonadas de mujeres que no han comparecido a las audiencias”. La jueza dice que en comparación con enero del año pasado, las denuncias, aunque en abandono, aumentaron, solo se registraron 49 en todo el mes.
Según la jueza, la violencia doméstica no entiende de profesiones; hay abogados, doctores, maestros, policías, ingenieros y mujeres denunciadas por violencia doméstica.
El coordinador del Juzgado Especial contra la Violencia Doméstica, Daniel Domínguez, dice que no todas las denucnias que se interponen llegan a su fin. “La dificultad estriba en que muchas de las mujeres abandonan sus procesos y en muchos casos es porque lo desconocen”.
El Juzgado tiene una alta carga de trabajo y paradógicamente les asignan un carro cada quince días. Hay apenas una sicóloga, una trabajadora social, personal insuficiente; y para rematar, en el tribunal los empleados trabajan en un área adonde el aire acondicionado está en mal estado.
El encargado de que los hombres y mujeres cumplan las sanciones por violencia doméstica es el director de la Policía Municipal.
El titular de esa dependencia, Julio Gonzales, dice que el año pasado el 6% de los sancionados fueron mujeres y el resto hombres.
El Juzgado determina de acuerdo con la gravedad de la falta si tiene que servir a la comunidad uno, dos o tres meses. “La Policía les asigna el trabajo en varias zonas de la ciudad, ya sea limpieza, poda, sembrar árboles, pintar edificios, escuelas o jardines de niños”, detalló. Las mujeres barren calles, lavan sanitarios y limpieza. Gonzales dijo que algunos cumplen y otros abandonan el trabajo, pero la mayoría aprende la lección.
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