Tuesday, May 28, 2013

Se necesita un mejor comienzo

Priya Anaokar
BID
Al menos 219 millones de niños menores de 5 años en países en vías de desarrollo se ven impedidos de alcanzar su potencial cognitivo y socioemocional a causa de la pobreza, las deficiencias de salud y nutrición y la falta de estimulación en la crianza, según ha informado el Grupo Global de Desarrollo Infantil (GCDG por sus siglas en inglés).
El grado de la pérdida de potencial se mide por la discrepancia entre los niveles de desarrollo de los niños y aquello que esos mismos niños habrían logrado en un entorno más propicio y con la estimulación y la nutrición adecuadas. Esto significa que los niños desfavorecidos  entran a la escuela con un déficit cognitivo y conductual y tienen, además, bajo rendimiento y mayores probabilidades de transferir la pobreza a la siguiente generación, estableciéndose así un ciclo de pobreza. De hecho, se estima que esta pérdida de potencial humano conduce a un déficit de más del 20 % de los ingresos en la edad adulta, lo cual tiene graves implicaciones para el desarrollo del país entero.
Entonces ¿qué se necesita para que todos los niños tengan un comienzo parejo? Según estudios publicados por el GCDG en la revista especializada The Lancet, ciertas intervenciones ―tales como el apoyo en la crianza y la matriculación en centros preescolares― tienen beneficios evidentes para el desarrollo infantil, siendo el impacto aún mayor cuando se trata de programas de alta calidad orientados hacia los niños más vulnerables. Existen otras intervenciones prometedoras, entre ellas los medios educativos para niños y la combinación de la promoción del desarrollo infantil con los programas de transferencias monetarias condicionadas.
Se ha estimado que el mayor acceso a una sola de las alternativas de intervención y el aumento de la matriculación en centros preescolares han logrado reducir la brecha de escolaridad entre los niños desfavorecidos y los que provienen de familias con altos ingresos. En cifras, esto se traduce en un mejoramiento del ingreso en la edad adulta que representa entre 6 y 17 veces el costo de ofrecer programas de desarrollo infantil.
Hemos avanzado en la comprensión de lo que se debe hacer, pero aún tenemos un largo camino por andar. Los niños más pobres y vulnerables siguen teniendo menos posibilidades de acceder a los programas que necesitan. Las inversiones eficaces en desarrollo infantil tienen el potencial de reducir las desigualdades que se han perpetuado como consecuencia de la pobreza, la mala nutrición y las limitadas oportunidades de aprendizaje temprano. La clave está en el desarrollo de mayores conocimientos sobre la manera de amplificar tanto las estrategias que ya han sido probadas como la promoción del desafío que implica hacer del desarrollo infantil temprano una prioridad global.
Priya Anaokar es una Especialista del Conocimiento que trabaja para el Grupo Global de Desarrollo Infantil de la Universidad de las Indias Occidentales en Mona, Jamaica. El GCDG es un grupo de profesionales multidisciplinarios del desarrollo infantil temprano que están comprometidos con el análisis científico, la evaluación y la difusión de información sobre desarrollo infantil. El grupo promueve la participación de los investigadores y los formuladores de políticas y programas para facilitar que los resultados de la investigación se traduzcan en políticas. El Comité Directivo del GCDG lideró el grupo de investigadores y formuladores de políticas que fueron autores de la serie de publicaciones “Desarrollo infantil en los países en vías de desarrollo” en The Lancet (enero de 2007 y septiembre de 2011).

No comments:

Post a Comment