Eduardo David Ardón
El Tiempo
Año con año, los hondureños sentimos con mayor fuerza los arañazos profundos de la crisis económica que nos mantiene en la extrema pobreza.
A la falta de una libertad económica, creciente inflación, desempleo, escasa inversión en la producción, sumemos el consumismo exagerado de la población. El hondureño practica diariamente el gasto improcedente en cuestiones intransigentes y de poca monta. No existe el ahorro personal y mucho menos el social.
En las finanzas y la economía practicamos la conducta del manirroto. Gastamos lo que no tenemos con la esperanza de reponer en el futuro con dineros que no sabemos como ni donde obtenerlo. Por estas practicas incorrectas es que la crisis económica se siente con mayor fuerza e intensidad y nos enteramos fácilmente que la pobreza y la extrema pobreza han crecido enormemente postrándonos como un país indigente.
Hoy mas que nunca sentimos la carestía de la vida. El valor de una canasta básica de alimentos para una familia de cinco miembros es de Lps.6,812.50 en las ciudades y Lps.5,414.50 en las zonas rurales.
Por tal razón es que los dirigentes sindicales consideran que un trabajador debe ganar Lps.9,500.00 al mes en concepto de salario mínimo para satisfacer sus principales necesidades, pagar vivienda y otros servicios.
El salario mínimo promedio vigente en el país, según cifras de la Dirección Ejecutiva de Ingresos DEI, es de Lps.5,524.25 lo que es un monto muy distante de cumplir las aspiraciones elementales de los obreros. Al respecto, los empresarios han advertido que si el gobierno continua con la asignación de salarios de acuerdo con motivaciones políticas y no técnicas, se corre el riesgo de continuar con una perdida de empleos, la migración de maquilas hacia Nicaragua y un crecimiento de la empresa informal, es decir, la que no reconoce los derechos laborales fundamentales a los trabajadores.
Por tal razón es que los dirigentes sindicales consideran que un trabajador debe ganar Lps.9,500.00 al mes en concepto de salario mínimo para satisfacer sus principales necesidades, pagar vivienda y otros servicios.
El salario mínimo promedio vigente en el país, según cifras de la Dirección Ejecutiva de Ingresos DEI, es de Lps.5,524.25 lo que es un monto muy distante de cumplir las aspiraciones elementales de los obreros. Al respecto, los empresarios han advertido que si el gobierno continua con la asignación de salarios de acuerdo con motivaciones políticas y no técnicas, se corre el riesgo de continuar con una perdida de empleos, la migración de maquilas hacia Nicaragua y un crecimiento de la empresa informal, es decir, la que no reconoce los derechos laborales fundamentales a los trabajadores.
Según el Instituto Nacional de Estadística INE, se hunden en la pobreza 5.5 millones de hondureños y 3.8 millones de personas no tienen el suficiente dinero para comer. Los datos arrojan que 62 de cada 100 compatriotas que residen en el país se encuentran bajo la línea de la pobreza. De acuerdo con estas informaciones de los 5.5 millones de personas que se encuentran en condición de pobreza, 1.7 millones de personas viven en una pobreza relativa y mas de 3.8 millones en pobreza extrema.
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